
Arriba de la silla salté, grité, bailé y recordé maravillosas etapas de mi vida con cada palabra que salía de su ibérica voz.
Abrazos muchos y sonrisas más fueron el marco perfecto para que la noche aún joven siguiera sacando de mí lo mejor de Bosé, que sin saberlo o al menos no estar consciente de ello, solo dos canciones no le pude acompañar... ¿se daría cuenta?
Miguel Bosé desde que recuerdo, ha sido uno de mis artistas consentidos, pero no sólo él, los españolitos siempre me han gustado mucho: Parchís, Mecano, Alejandro Sánz, La Oreja de Vang Gogh, La Quinta Estación, Joaquín Sabina, Serrat, Almodovar, Dalí, etc.
Creo que por muchos años esperé pasar una noche así, lástima que no se repita tan seguido...

No comments:
Post a Comment