...Y nos dieron las diez y las once!! y sigo coreando las canciones que removieron mi ser.
El escenario fue perfecto. Los epañolitos echaron el alma en el Auditorio Nacional y para colmo del éxtasis, Gabriel García Márquez disfrutó del evento a tan sólo unos metros de mi butaca.
Nada más podía pedir en ese momento.
El concierto "Dos pajaros de un tiro" que se dio un frio sábado de octubre en el Distrito Federal, marca definitivamente un antes, un durante y un después en mi vida.
Antes, sólo habia escuchado cassettes o discos con las rolas que por años me han acompañado en mis tristezas y alegrías. En una rica cena, una instructiva charla con mis amigas y sobre todo luego de una tarde de buen (o mal) sexo... ahi han estado Serrat y Sabina. Sabina y Serrat...
Durante, canté con ellos y al mismo tiempo me sentí una más de sus coristas: Sexi, cadenciosa, vulgar y hasta puta con Sabina interpretando "El pirata cojo" y "Mentiras piadosas".
Junto a Serrat me transformé en princesa al sentir la letra de "Penelope".
Se erizaron los vellos de mis brazos y las lágrimas salieron silenciosas sin siquiera pedir permiso. A mi memoria acudieron buenos tiempos, recuerdos imborrables, amores ya enterrados... No quería estar en otro lado y deseaba que su poesía se eternizara.
Después, sigo sonriendo. Soy feliz y afortunada de haber vivido esa experiencia con quienes he aprendido tanto en estos últimos y turbulentos años de mi vida. Se ahora que no pude pasar mejor momento que ese y se también que ya no voy a escuchar igual los discos de Sabina y Serrat, ni a leer igual a Garcia Marquez, jamás...
En las dos horas y media del concierto pensé en tí, en ella, en él y en todos con quienes brindé y dije Salud! al mismo tiempo que con Sabina y Serrat.
El escenario fue perfecto. Los epañolitos echaron el alma en el Auditorio Nacional y para colmo del éxtasis, Gabriel García Márquez disfrutó del evento a tan sólo unos metros de mi butaca.
Nada más podía pedir en ese momento.
El concierto "Dos pajaros de un tiro" que se dio un frio sábado de octubre en el Distrito Federal, marca definitivamente un antes, un durante y un después en mi vida.
Antes, sólo habia escuchado cassettes o discos con las rolas que por años me han acompañado en mis tristezas y alegrías. En una rica cena, una instructiva charla con mis amigas y sobre todo luego de una tarde de buen (o mal) sexo... ahi han estado Serrat y Sabina. Sabina y Serrat...
Durante, canté con ellos y al mismo tiempo me sentí una más de sus coristas: Sexi, cadenciosa, vulgar y hasta puta con Sabina interpretando "El pirata cojo" y "Mentiras piadosas".
Junto a Serrat me transformé en princesa al sentir la letra de "Penelope".
Se erizaron los vellos de mis brazos y las lágrimas salieron silenciosas sin siquiera pedir permiso. A mi memoria acudieron buenos tiempos, recuerdos imborrables, amores ya enterrados... No quería estar en otro lado y deseaba que su poesía se eternizara.
Después, sigo sonriendo. Soy feliz y afortunada de haber vivido esa experiencia con quienes he aprendido tanto en estos últimos y turbulentos años de mi vida. Se ahora que no pude pasar mejor momento que ese y se también que ya no voy a escuchar igual los discos de Sabina y Serrat, ni a leer igual a Garcia Marquez, jamás...
En las dos horas y media del concierto pensé en tí, en ella, en él y en todos con quienes brindé y dije Salud! al mismo tiempo que con Sabina y Serrat.
1 comment:
Amiga, aparte de las alegrías, las lagrimas, por una buena canción de los españolitos estos, es algo que siempre será bueno compartir contigo.
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