Ataque civil

Hoy llegó este mensaje a mi correo, el cual reproduzco con el fin de que si alguien algún día, lo leyera en mi blog, se diera cuenta que las injusticias si suceden y no hay mejor manera que la difusión para su exterminio...

Historia del Ataque a una Familia Sonorense.

El precedente que se está dejando (jurisprudencia, dicen los abogados) con el caso de Ricardo Clark, el hombre encerrado en la cárcel por defender a sus hijas de unos “cholos”, es bastante crítico para la sociedad. Es curioso, pero ante esta enorme injusticia no se escuchan las voces de aquellos que protestan por todo, hay ausencia de líderes, los partidos políticos voltean para otro lado.

Tengo aquí algunos datos que pueden ser interesantes para el señor Procurador, Abel Murrieta, y también para el gobernador, Eduardo Bours, que deben preocuparlos porque se trata de algo muy serio. Aquí va, primero, una narración, enviada por un abogado cercano al caso y donde no se dicen mentiras. El caso se sintetiza de la siguiente manera: El día de los hechos, los jóvenes Marco Antonio Gálvez Orozco y Jesús Leonel Platt López —que visten y se comportan como “cholos”— primeramente agredieron en forma verbal e incluso a golpes a las dos hijas del señor Ricardo Clark y a unos amiguitos de estas que se encontraban afuera de la casa de la familia Clark Cano, que se localiza en la colonia “Conquistadores”. Como consecuencia de ello, y en virtud de que los “cholos” también agredieron física y verbalmente a la señora Lidia Lizeth Cano Rodríguez, esposa del señor Clark, este salió de su domicilio con el fin de defender a su familia, pero también fue agredido a golpes por los dos “cholos”, razón por la que el señor Clark se introdujo a su domicilio, de donde extrajo una pistola, con la cual primero hizo un disparo al aire con el ánimo de disuadirlos y de que se retiraran del lugar.

Contrario a ese propósito, los dos “cholos” confrontaron al señor Clark, uno con una pistola y el otro con una piedra, por lo que el señor Clark les disparó y los lesionó. A este último respecto, es importante señalar que el señor Clark y su familia sostienen que fue un solo disparo el que hizo contra los “cholos” y que fue una sola bala la que les causó las lesiones; esto es, que la misma bala primero atravesó a uno de ellos y después impactó al “cholo” que se encontraba detrás del otro. La Procuraduría de Justicia del Estado ni siquiera tuvo el cuidado de aclarar este aspecto. Las Influencias……….

Pero, bueno, señores de la autoridad, aquí vienen los datos interesantes y con nombres, tal como les gusta escucharlos o leerlos: Es cierto que en el expediente existen las declaraciones de varios testigos que incriminan al señor Clark; pero todos estos testimonios son falsos, pues los testigos fueron aleccionados y llevados a declarar por la licenciada Aracely Platt López, quien intervino desde la primera diligencia que practicó el agente del Ministerio Público, resulta ser tía (sí, tía) de Jesús Leonel Platt López y se desempeña como secretaria escribiente de la Agencia del Ministerio Público del Sector Dos de esta ciudad. ¿Es válido esto, señor Procurador?, ¿se vale, señor Gobernador?, ¿esto no se llama tráfico de influencias?, ¿van a hacer algo al respecto? Esa primera actuación del agente del Ministerio Público fue la “Diligencia de inspección ocular y fe ministerial de lugar de los hechos” y se practicó a las 00:25 horas del 19 de noviembre de 2007. La licenciada Aracely Platt López, sin tener ninguna facultad legal, curiosamente estuvo presente e intervino en la diligencia, y se da la particularidad de que en el acta que levantó el Ministerio Público con motivo de esta actuación, expresamente se asentó que la licenciada Aracely Platt se mostró “en actitud molesta” debido a que, según ella, se “estaba realizando mal” el desahogo de la diligencia. Mmmh, miren nada más qué conveniente.

A propósito de parentescos, el joven Jesús Leonel Platt López también es sobrino del licenciado Rogelio Platt Borbón, quien funge como Agente del Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia del Estado y quien al parecer también ha intervenido en el caso para que se “aplique todo el peso de la ley” al señor Ricardo Clark Gómez. Hasta amenazas hubo contra la esposa de Ricardo Clark: “lo vamos a hundir”. La Testigo………….

Ricardo Clark, señores de la autoridad, pudo haberse esfumado de la ciudad o se pudo “amparar”, pero contrario a esto, confiando todavía en la justicia (pobre iluso) se presentó voluntariamente un día después de los hechos. Ninguna “autoridad” ha valorado esta acción, que en sí misma es una muestra de inocencia, de tranquilidad de conciencia. Y miren esta “joya”: resulta que hay una “testigo”, de nombre Karla Patricia Salas Medina, quien dice que “le constan” los hechos porque en el momento en que ocurrieron estaba buscando un lugar en la vía pública para orinar y desde esa posición “vio todo”. Por el lado de los testigos presentados por Clark hay contradicciones lógicas, pero todos son auténticos y sin utilizar las influencias que da el poder. Las autoridades pueden desistirse de la acción penal porque es una injusticia más clara que el agua y porque se está solapando a los pandilleros y de paso se permite el tráfico de influencias entre personal de la misma Procuraduría de Justicia del Estado.

Seguramente al Procurador no le han informado de esto porque la señora Platt López ha tenido el cuidado de ocultarlo, pero ahí están los hechos. ¿Quiere decir que cualquier hijo de vecino puede agredir personas en sus casas, en su propiedad privada, y después lograr que metan a la cárcel a la víctima? ¿Ese es el precedente que quieren dejar? ¿Y la falsedad de las declaraciones no cuenta?, ¿y la manipulación de la tía de uno de los muchachos cholos va a ser permitida? Estamos en problemas, ciudadanos “de a pie”. Los cholos pueden hacer y deshacer porque ellos sí tienen palancas, ellos sí tienen licencia para matar… y seguir luego en calidad de víctimas. La próxima vez que los moleste un cholo no se compliquen, pongan la otra mejilla y después pídanle perdón. No vaya a ser que tenga un pariente en la Procuraduría.

Cuestiones y Enfoques

Martín Holguín