Vivo y lo agradezco....!

De nueva cuenta el destino me ha puesto de frente con la realidad de que mi vida es tan frágil como una pluma. Pienso que cada vez que me sucede algún accidente físico se me están acabando las oportunidades que tengo y que desgraciadamente sigo desaprovechando.
Como los gatos, llevo ya más de cinco vidas utilizadas y sólo me restan cuatro para llegar al final de mi existencia.
Esta vez fue un segundo de mala suerte lo que hizo que mis planes se derrumbaran; que todo aquello que creía programado no debía modificarse, pero no fue así.
En una fracción de tiempo las cosas toman un rumbo inesperado.
Ni siquiera sabemos qué es lo que sucede, pero pasa y es entonces cuando dices "¿por qué a mí?".
Pero les sucede a muchos y a otros no; así es, sin más explicación.
Es por eso que cada oportunidad que tengo les digo a mis amigas que las quiero mucho. Disfruto el tomar una taza de café con leche por las mañanas y cierro los ojos para escuchar claramente el canto de los pájaros.
Saludo a la gente con una nueva sonrisa y aprieto fuerte la mano de quien me salude.
Me gusta el contacto con la gente y sentir abrazos, pero sobre todo, cada ocasión que se me presenta acaricio a mi hija y le digo que la amo, aunque ella diga: "Mamá, yo sólo te quiero uno y a mi papá diez, porque él no me regaña tanto como tú".
No importa eso, ya que estoy consciente de que su migaja infantil de amor va a florecer cuando ella se de cuenta de su realidad.
Que la corrijo, es cierto. Que la mando a lavarse las manitas y los dientes y la reprendo cuando no termina su sopita o no organiza sus juguetes, es verdad. Pero su padre no está con ella todos los días ni todo el día como quisiera.
Es por eso que aunque me quiera "uno", yo la adoro millones más que eso y algún día, como ahora yo agradezco estar aún viva y escribiendo, ella me abrazará y me dirá "mamá, estoy segura que ya te quiero mil".