Las cosas aquí cada día son mejores.
Londres tiene tantas cosas distintas que compartir ante los ojos de esta mexicana agradecida, ya que permite conocer calles, monumentos, edificios, parques, tiendas y sobre todo museos con obras que jamás imaginé y que sólo aprecié en los libros de historia.
Pregunto en el "tube" como llegar al Natural History Museum, pero por mi acento tolteca me mandan al National Museum, lo cual fue un grandioso error, ya que tuve la oportunidad de conocer obras maravillosas de artistas como Cezanne, Monet, Picasso y sobre todo apreciar en "flesh and blood" una de las pinturas que siempre han marcado parte de mi vida intelectual: Los girasoles de Vincent van Gogh.
La obra precisamente se encuentra en un ala dedicada a los impresionistas, pero los amarillos, cafes y naranjas dominan el lugar. Todo el dolor, soledad y amargura que sintió el pintor holandés la mayor parte de su vida, se fundieron en las pinceladas precisas y características de sus obras.
El clima tambien ha estado de mi lado todos estos dias, porque aun con su fama de humedo y gris, Londres me ha ofrecido una variedad infinita de nublados y una caricia distinta con los rayos timidos de un Sol que oferta su presencia ante la sonrisa de todos.
Y aunque lo de caminar no se me da mucho en Hermosillo, aquí he hecho alarde de maratonista profesional. Las calles son interminables y la vista que éstas ofrecen son mágicas al grado de no permitir un descanso inoportuno.
Llego por fin al Natural History Museum e ingreso tras un numeroso grupo de estudiantes para recorrer nuestro planeta, desde la profundidad de la Tierra, los dinosaurios, los detestables (pero necesarios) insectos hasta la mas pura belleza de las piedras preciosas. Todo esta ordenado por etapas y llego a la sección de Ecología, donde resurge mi compromiso por un planeta mejor que heredar a mi hija y las nuevas generaciones.
Bellos jardines rodean el museo y es ahí donde decido tomar un descanso con un Starbucks en mis manos.
Recibo llamada de Nevin para encontrarnos en Moorgate Station. Coincidimos y caminamos por London Bridge hasta llegar a un pub para compartir nuestras vidas ante una pizza deliciosa y una bebida refrescante a la orilla de un río majestuoso...
Londres tiene tantas cosas distintas que compartir ante los ojos de esta mexicana agradecida, ya que permite conocer calles, monumentos, edificios, parques, tiendas y sobre todo museos con obras que jamás imaginé y que sólo aprecié en los libros de historia.
Pregunto en el "tube" como llegar al Natural History Museum, pero por mi acento tolteca me mandan al National Museum, lo cual fue un grandioso error, ya que tuve la oportunidad de conocer obras maravillosas de artistas como Cezanne, Monet, Picasso y sobre todo apreciar en "flesh and blood" una de las pinturas que siempre han marcado parte de mi vida intelectual: Los girasoles de Vincent van Gogh.
La obra precisamente se encuentra en un ala dedicada a los impresionistas, pero los amarillos, cafes y naranjas dominan el lugar. Todo el dolor, soledad y amargura que sintió el pintor holandés la mayor parte de su vida, se fundieron en las pinceladas precisas y características de sus obras.
El clima tambien ha estado de mi lado todos estos dias, porque aun con su fama de humedo y gris, Londres me ha ofrecido una variedad infinita de nublados y una caricia distinta con los rayos timidos de un Sol que oferta su presencia ante la sonrisa de todos.
Y aunque lo de caminar no se me da mucho en Hermosillo, aquí he hecho alarde de maratonista profesional. Las calles son interminables y la vista que éstas ofrecen son mágicas al grado de no permitir un descanso inoportuno.
Llego por fin al Natural History Museum e ingreso tras un numeroso grupo de estudiantes para recorrer nuestro planeta, desde la profundidad de la Tierra, los dinosaurios, los detestables (pero necesarios) insectos hasta la mas pura belleza de las piedras preciosas. Todo esta ordenado por etapas y llego a la sección de Ecología, donde resurge mi compromiso por un planeta mejor que heredar a mi hija y las nuevas generaciones.
Bellos jardines rodean el museo y es ahí donde decido tomar un descanso con un Starbucks en mis manos.
Recibo llamada de Nevin para encontrarnos en Moorgate Station. Coincidimos y caminamos por London Bridge hasta llegar a un pub para compartir nuestras vidas ante una pizza deliciosa y una bebida refrescante a la orilla de un río majestuoso...
1 comment:
Hola Sol. Como puedes darte cuenta me he instalado en tu blog, me encanta tanto lo que escribes y de qué manera lo haces, que siento que de alguna manera lo estoy viviendo en el momento, sin pausas, sin tanta distancia.
Caaaaaaaaaaasi podría decir que no necesito vacaciones, una vez que le doy clic a tu espacio en mis favoritos, pero luego volteo por la ventana y siento que me voy a encontrar con los latigazos del wero, sólo que hoy amaneció nublado en Hermosillo.
Sigue disfrutando mucho amiga.
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