El clima inglés esta empezando a mostrar su verdadera cara. Llevamos dos dias sin Sol y todo parece indicar que continuara asi por algunos mas... Aún con lluvia y nublados inoportunos, mis caminos por Londres no se han visto amedrentados de ninguna manera y ya he andado por rincones nuevos que esperan mis ojos para reinventarse.
El recorrido esta vez se dirige a uno de los recintos que resguardan la vida victoriana en todas su manifestaciones: el Victoria and Albert Museum.
En él se encuentran desde zapatos, muebles, vestidos majestuosos, hasta fotografía y escultura de la más indescriptible belleza.
Como si aún estuvieran listos para cubrir los cuerpos de las damas de sociedad en los 1700's, decenas de anillos de esmeralda, collares de perlas, tiaras con diamantes, zapatos y vestidos de piel y seda, descansan en los anaqueles y momentáneamente ciegan originales a sus curiosos espectadores.
Luego del interminable recorrido, literalmente corro para la casa donde me espera Amjad con su grata sonrisa y una invitación al sushi (del verdadero, no con carne asada o pollo como en las carretas de Hermosillo).
Agradable compañía y extensa charla nos convierte en cómplices sin proponerlo y conozco más al amigo como si no hubiera barreras de idioma y cultura.
Corro de nuevo al "tube" para completar mi día con una copa de champagne; Nevin y Hugo, su amigo, a mi lado para reir mucho y compartir más.
Cerramos la noche con un delicioso olor a mole mexicano y arroz rojo que deseaban paladear mis comensales. Quedó delicioso... todos los días son deliciosos aquí!
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